La historia oficial
se impone sobre los relatos de aquellos que son considerados como vencidos. Es
necesario crear un discurso alrededor de eso para que la memoria siga sin
memoria.
Lo que fueron nuestros
ancestros, es lo que somos ahora y lo que serán nuestras generaciones. No es
posible arrancar de un tajo lo que circula por nuestra sangre: raíces
milenarias.
La muestra pictórica
de Palacios tiene por objeto mostrar al otro Ataw Wallpa o Atahualpa, al héroe
de la resistencia, el que con su entrega defendió estos territorios de los
invasores extranjeros.
Al respecto el
propio Palacios afirma: “Mi afán de recuperar esta imagen no tiene otra razón
que la de tener entre manos herramientas y recurso históricos encaminados a un
correcto planteamiento educativo y cultural, para entregar a nuestra juventud
elementos de juicio sin influencias colonialistas, de antes y de ahora.
Historia, principios culturales, filosofía, geografía y creencias nativas que
nos afirman un piso, desde el cual podamos dar el salto hacia el futuro,
nuestro futuro, sin injerencias traducidas como aculturamientos”
Su exposición
muestra una verdadera pasión por la tierra que nos da acogida. Reivindica el
lado que otros quieren ocultar, aquel que es considerado como “lo otro”, como
lo distante. Lejos de ser algo que no concierne a la sociedad actual, se diría
que su muestra pictórica tiene la función de dejar una espina en la conciencia
de todo aquel que la observa.
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